martes, 4 de diciembre de 2012

Motivos e inquietud.

"En términos biológicos, el hombre es moderadamente gregario,
no un animal completamente social; es un ser, por ejemplo, más
como el lobo o el elefante que como la abeja o la hormiga. En su
forma original, las sociedades humanas no se parecían a la
colmena o el hormiguero; eran meras manadas. La civilización es,
entre otras cosas, el proceso por el que las primitivas manadas se
transforman en una analogía, tosca y mecánica, de las
comunidades orgánicas de los insectos sociales." Huxley, Nueva visita al mundo feliz.



Este párrafo de la nueva visita al mundo feliz, es inquietante. El significado del todo el "armado social" y mi papel como individuo cambió completamente desde la primera vez que lo leí. Siempre nos dicen que el hombre es un ser que se une en sociedad por filia o por necesidad. Pero esta cita nos propone un punto intermedio. El lobo en la manada es un ser que no pierde su individualidad, pues al mismo tiempo que trabaja para los otros lobos, también les enseña a los más jóvenes a que sean cazadores solitarios. En una palabra  son autónomos en dos sentidos: busca el bienestar individual y colectivo. La educación parece enfocada más a creer un pensamiento homogéneo de la realidad que un pensamiento individual, ya sea esta humanista, científico o religiosa. Una visión parcial que se hace pasar por absoluta.
¿Cuáles son las condiciones necesarias para que un individuo puede vivir en sociedad sin perder su autonomía -su libertad como proyecto orgánica de ser-, y al mismo tiempo vivir en una sociedad orgánica y organizada de tal manera que sea autónoma e independiente sin necesidad que el individuo se someta  a  intereses colectivistas ajenos al proyecto del bienestar y el desarrollo de la libertad de ser del otro? ¿Cómo crear el proyecto de libertad del sujeto, por donde empezar? El tiempo nos lo dirá. Pero mientras tanto hago esta pequeña presentación del blog como una exploración de las distintas autonomías -quizás para responderme en un soliloquio que trata de llenar un vacío- a manera de prologar y exponer a algunas notas respecto a los proyectos de autonomía, para lograr no solo crítica al sistema económico y social imperante -que críticos ya hay demasiados- sino tratando de generar propuesta, tomando como ejemplo distintos municipios autónomos, sindicalismo autónomo u organizaciones sociales, cooperativas, teóricos, autogestión para la producción de contenidos y fenómenos artísticos y culturales, entre otros; creando una necesidad de encontrar una respuesta en nosotros, aunque sea de forma parcial. 
Al menos eso espero.
Otro motivo es mostrar mis trabajos literarios, en que espero su crítica y opinión o su simple lectura. 

Quizás con todo encontremos que la primera autonomía esta en aprender a pensar por nosotros mismos y retroalimentar esta autonomía con los otros. Quizás el gran proyecto de libertad del sujeto este ahí, en la acción y en las predicaciones que logremos revelar.

Radial. Pagina 3

4 de abril de 1994 
Hace unas horas escuche en la radio sobre un alzamiento en masa. Dicen que fue organizado por un grupo sectario que se hacen llamar Los iluminados. Estos hombres y mujeres trabajan para una organización filantrópica: Rotaras. No se hasta que punto están hermanadas estas organizaciones. Lo que me parece increíble es que causalmente Iván Argos, pertenecía a ambas. Hoy, en punto de las cuatro me cite con la gente de Rotaras, ellos niegan todo vínculo con el occiso. Miguel Ángel Rodas es lo que una mujer podría considerar "un hombre ideal"; de aspecto impecable, alto con un toque caucásico. De hablar seguro. Nunca me quito la mirada de encima. Le hice unas preguntas; él contesto tajantemente. 

-¿Qué clase de relación tenia con el señor Argos? 

-No conozco a algún señor Argos. 

-El señor Iván Argos, señor Rodas. 

-No lo conozco. 

- Estuvo en los quince años de su hijastra hace tres años... 

 -Mmm... Si lo recuerdo, platique con él unos momentos. Me lo presento Hiram Mujica, ejecutivo del banco Bancrecer

-¿Y en su platica a que se refirieron? 

 -Pequeñeces. Tragos, comida, viajes, algún negocio, mujeres, chistes de millonarios. ¿Qué clase de crimen investiga y qué tengo que ver con esto?... dígame, sino espero que me haga el favor de... 

Interrumpí su cómoda posición y dije: 

-Asesinato y violación.

El señor Rodas ni se inmuto, aunque si se notaba sorprendido. Se levanto y cerró las cortinas de la ventana con vista a la calle Frank Miller. La oficina ejecutiva llena de copias de frescos religiosos, cruces, algunos animales de caza, compases y algunos signos que llegaba a reconocer como Masones. Nada sorprendente dado su naturaleza. La luz extendía sus brazos como pulpo tomando una apariencia lúgubre, íntimamente tétrico; mientras tanto el se sentaba y me decía: 

-A las 10, ¿De acuerdo? 

-A las 10 ¿en donde?

-Panadería 4 de julio, justo a tres cuadras del monumento a Casino Cuevas. ¿Comprende? 

-Muy bien.

Iván Argos era un tipo suave y flacucho. No entendía que peligro podía implicar a alguien que es un simple programador, un criminal de la red, un hacker. Era una rata, estuvo encerrado en tres ocasiones por fraudes a bancos e instituciones bancarias afiliadas. Tenía un método de robo que consistía en pequeñas transferencia a distintas cuentas a su cuenta bancarias haciéndolo pasar por varios depósitos hechos por empresas fantasmas a su nombre. Él diseñó el programa, y era popular en el bajo mundo, en casos desesperados. Pudo haberle robado al tipo incorrecto. Pero algo más hay en la atmósfera me inquietaba. La escena del crimen no es un típico estilo de los "narcos". Una bala en la cabeza o una ráfaga de AK-47 debían de ser suficiente. O incluso un desmembramiento. Que fuera colgado en un puente con la teatralidad sádica de la mafia. Este sicario, entro silenciosamente, sin hacer un solo ruido, abriendo la chapa de la puerta mientras un Argos borracho dormía con la televisión encendida. Este hombre entró, apagó el televisor y lo miró por horas con sus instrumentos frente a él. No hubo necesidad de despertarlo. Lo coloco sobre la mesa, y lo miró como un pintor mira su lienzo sobre el caballete, pensando quizás cual iba a ser la forma que debía componer su obra, cual sería el mensaje. Lo torturo durante horas como el pintor suaviza los colores, o como el guitarrista afina las cuerdas. Hizo unos cortes lentos y precisos, con técnica de cirujano y saco algunos órganos: el corazón balanceándose fuera del pecho como un péndulo, lo riñones los saco por detrás como alas de águilas y el cerebro expuesta como una aureola, que redondeaba el rostro. Un conocimiento preciso del cuerpo humano. El cuerpo solo era una bolsa destripada clavada como Jesucristo. Una suástica pintada de lado derecho y un prisma de lado izquierdo. Vivimos en un país sanguinario y bárbaro. Pero esto, esto es arte cruel. Este animal tenia un cinismo y una imaginación que podría decir, haría sonrojar a el Marques o a Artaud. Un sentido del gusto inquietante. A las 10 de la noche llegue a la panadería. Estaba en llamas.